Los vuelos de larga distancia son algo que todos tememos absolutamente. Estás atrapado en un avión estrecho durante lo que parece una eternidad. La persona que diseñó los asientos claramente no entendió que las personas normales tienen piernas. Y para colmo, hay un bebé gritando en la fila de atrás.
Los vuelos de larga distancia no tienen por qué ser algo que te dé miedo. Con unos sencillos consejos, desde moverse en las escalas hasta llevar un banco de energía, tu próximo vuelo largo será pan comido.
No sólo eso, sino que tu teléfono se ha quedado sin batería, no has metido en la maleta los auriculares y el pasajero de al lado es más hablador que un presentador de un programa nocturno. ¿Te resulta familiar?
No tiene por qué ser así: hacer que su vuelo sea más agradable no es tan difícil. Tanto si es un viajero experimentado como si es la primera vez que vuela, sólo tiene que estar preparado. Estos 19 sencillos consejos de vuelo harán que tu viaje pase con éxito para que no vuelvas a temer un vuelo de larga distancia.
1. Vístase cómodamente
Volar es una de esas cosas en las que hay que priorizar la comodidad sobre todo lo demás. Especialmente en los vuelos de más de 10 horas. Una forma fácil de hacer que tu vuelo sea más cómodo es llevar el tipo de ropa adecuada. Los chándales, los leggings, las camisetas de algodón, las sudaderas con capucha y los jerséis ligeros son buenas opciones. Sobre todo porque no se puede llevar pijama en un vuelo.
Sin embargo, no te olvides de los pies: asegúrate de que tus zapatos estén bien puestos y sean lo más cómodos posible. No cometa el error de estrenar zapatos en un vuelo de larga distancia, y señoras, guarden los tacones en su equipaje facturado.
También está bien quitarse los zapatos en los vuelos de larga distancia, siempre que la higiene personal sea una prioridad. Eso significa que no es ideal andar por el avión en calcetines. Al fin y al cabo, el suelo está bastante sucio, sobre todo si tienes que ir al baño. Así que ponte unas simples zapatillas si no quieres tener los calcetines sucios. Luego me lo agradecerás.
2. No seas tímido, pide que te vuelvan a llamar
Si no estás contento con el asiento que has elegido, lo mejor que puedes hacer es preguntar por las opciones de asiento en el momento de la facturación. Por supuesto, siempre es mejor reservar los asientos con la mayor antelación posible. Sin embargo, las cosas siempre cambian en un avión, y los asientos suelen quedar disponibles con el tiempo.
Por ejemplo, aunque en el momento de la reserva hubiera un buen asiento ocupado, es posible que alguien haya cancelado su billete. No pierda la esperanza.
Si es una prioridad para usted, siga preguntando también. Pregunte en el mostrador de facturación del aeropuerto; pregunte a la persona que trabaja en la puerta de embarque; pregunte a los auxiliares de vuelo una vez que haya subido al avión. Nunca se sabe lo que es posible, sobre todo porque todos ellos tienen el poder de moverte. Quién sabe, tal vez consiga el sueño: un asiento en el pasillo junto a un asiento central vacío. O una fila entera de asientos para ti.
3. Elija cuidadosamente su asiento
Es conveniente consultar páginas web como vuelos W2fly.es a la hora de elegir tu asiento, especialmente en los vuelos de larga distancia. Si se trata de un vuelo de una hora o menos, no pasa nada si no tienes suficiente espacio para las piernas y te sientas junto a la cocina: todo acabará antes de que puedas enfadarte.
Sin embargo, en los vuelos de larga distancia, un poco más de espacio para las piernas es la diferencia entre una buena hora de sueño y unos pies hinchados al llegar. A la hora de elegir un asiento, tenga también en cuenta sus prioridades: ¿quiere estar más cerca de la salida para poder salir más rápido del avión? ¿O quiere un asiento de ventanilla para poder admirar las vistas y descansar la cabeza contra la pared de la cabina? Tal vez quiera poder levantarse e ir al baño cuando le plazca – en ese caso, un asiento de pasillo es la opción preferida.
4. Pida una mejora
Cuando llegue al mostrador de facturación, mantenga una conversación cortés con el empleado sobre la situación de los asientos. Pregunte si es posible mejorar su asiento utilizando las millas de viajero frecuente, por subasta o simplemente por algo de dinero extra.
Incluso una pequeña mejora, como la clase económica superior, hará que el vuelo sea más agradable, gracias al espacio adicional para las piernas.
Un billete de categoría superior también puede proporcionarle acceso a la sala VIP y un embarque prioritario. Imagínese que, mientras todos los demás esperan en la cola, usted podría estar disfrutando de un café expreso gratuito y de algo de comida comestible en el aeropuerto: ¿Qué le parece más cómodo?
5. Aspirar a un estatus en la aerolínea
Tener un estatus con su aerolínea puede ser muy gratificante y lucrativo. También es una forma segura de hacer que cada vuelo sea más cómodo y agradable. El estatus en la aerolínea significa posibles ascensos a la clase ejecutiva o a la primera clase, acceso a las salas VIP y tiempos de espera más cortos.
Desgraciadamente, éste es uno de los pocos consejos para viajar en avión que no puede hacer mucho en el día. Lo único que puede hacer es volar mucho con la misma aerolínea, con antelación. La única forma de tener estatus en la aerolínea es acumular esas millas de viajero frecuente hasta alcanzar la cantidad requerida. Es entonces cuando su aerolínea preferida empezará a darle un trato especial.