Cómo elegir una cuna para tu bebé

Cuando elijas una cuna para tu bebé, ten en cuenta la seguridad. Comprueba, por ejemplo, que esté al día con las normas de seguridad. Esto es especialmente importante cuando se trata de piezas compradas o regaladas anteriormente.

Las cunas antiguas, por ejemplo, pueden tener un aspecto bonito, pero el espacio entre los listones rara vez se ajusta a la norma actual de 2 3/8 pulgadas o menos, cuyo objetivo es hacer imposible que la cabeza del bebé quede atrapada. Además, el acabado puede incluir antiguas capas de pintura con plomo. Puedes confiar en los muebles nuevos si llevan el sello de certificación de seguridad de la Asociación de Fabricantes de Productos Juveniles.

Otros consejos que debes tener en cuenta a la hora de elegir y montar la cuna de tu bebé

Los barrotes de las cunas deben estar separados por no más de 2 3/8 pulgadas.

El colchón debe ser muy firme y no debe hundirse con el peso del bebé. Debe quedar bien ajustado, sin espacio entre el colchón y las paredes de la cuna. (Nota: Tu bebé nunca debe dormir en una cama de agua, piel de oveja, almohada, sofá, sillón u otra superficie blanda).

Los laterales de la cuna deben estar al menos 26 pulgadas por encima del soporte del colchón en su posición más baja. Baje periódicamente el colchón a medida que su hijo sea más alto.

Los cabeceros y pieceros deben ser sólidos, sin recortes decorativos. Deben eliminarse los postes de las esquinas que puedan causar lesiones o enganchar la ropa.

No utilice cunas con barandillas. No son seguras.

Ten en cuenta también que todos los tejidos de la habitación de tu bebé (por ejemplo, la ropa de dormir, las sábanas o las cortinas) deben ser ignífugos.

Puede parecer que los protectores de cuna (o parachoques) pueden ayudar a proteger a los bebés de las corrientes de aire y los golpes, pero no deben utilizarse en las cunas. No hay pruebas de que los protectores de cuna puedan evitar lesiones graves, y suponen un riesgo de asfixia, estrangulamiento o atrapamiento. Además, los bebés mayores pueden utilizarlos para salir de la cuna.

Mantén los juguetes grandes y los peluches fuera de la cuna, ya que tu bebé puede utilizarlos para subir una pierna y pasar por encima de la barandilla. Las almohadas, los edredones voluminosos y las mantas pesadas no deben estar en la cuna; un bebé puede asfixiarse fácilmente debajo de ellos o presionarse contra ellos.

Los bebés no necesitan un apoyo adicional, como el de las mantas enrolladas o los dispositivos comerciales, para mantenerlos de espaldas. Los materiales incómodos como éstos desordenan la cuna y pueden ser peligrosos para el bebé.

Coloca la cuna lejos de las ventanas, donde la luz solar directa y las corrientes de aire pueden incomodar al bebé. La cuna puede calentarse de forma incómoda si se coloca demasiado cerca de un radiador.

Asegúrate de que no hay cuerdas de persianas o cortinas cerca que puedan enrollar el cuello del bebé.

Ten en cuenta también que todos los tejidos de la habitación de tu bebé (sábanas, ropa de dormir y cortinas, por ejemplo) deben ser ignífugos.

Una vez que los niños miden aproximadamente un metro, deberían empezar a dormir en una cama. Si te preocupa que tu bebé se caiga de la cama, puedes empezar con el colchón en el suelo.

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